Andrea Torres.
Siempre pensamos que tenemos la razón, nos imaginamos lo
inimaginable y lo negativo de las cosas, somos capaces de creernos todo lo que
pasa por nuestra cabeza no importa lo ilógico o incoherente que sea siempre
creemos que tenemos la razón…
¿Por que?
El ser humano tiene la capacidad
de creer en miles de cosas, tenemos diferentes ideales de música, religión,
política y nos gusta pensar que tenemos la razón, nos hace sentir seguros y
confiados, quizá por eso nos creemos todas aquellas suposiciones sean buenas o
malas, quizá sea por el egoísmo el hecho de saber que no todo es lo que parece
o aceptar que nos equivocamos es algo que muchas personas prefieren evitar y
por lo general terminamos en una discusión todo con tal de no admitir nada,
siempre terminamos pensando en nosotros mismos.
“Suposiciones… hecho
que nos atormenta lentamente todos los días de nuestras vidas”
Son tan fuertes que en serio
llegamos a pensar que todo es como lo suponemos y por lo general terminamos
molestos y deprimidos, es la definición “PERFECTA” de cómo un pensamiento nos
puede hacer llorar y bajar el autoestima hasta el momento en el que sentimos
que no podemos mas, pero…
¿Qué hay más allá de
un pensamiento?
Si nos salimos del tema
deprimente que está en nuestra cabeza nos podemos dar cuenta que “suponer no es
tener la razón” es solo el miedo que nos invade y que convertimos en un
pensamiento con tal de buscar una solución rápida a un hecho o una duda.
Impaciencia + Suposición = Negatividad
¿No han pensado por qué siempre
nuestras suposiciones son negativas? Yo sí, y pienso que es por el miedo que
nos siembra la desconfianza y digo “el miedo” porque a veces evitamos tanto
algo que no queremos que suceda y al final de tanto pensarlo lo hacemos
realidad y es donde nos preguntamos “¿Por qué estas cosas solo me suceden a
mi?” sin darnos cuenta que nosotros fuimos los que llegamos a ese punto,
creamos nuestra realidad basada en un pensamiento, en una mentira, en una
suposición.
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